miércoles, 30 de enero de 2008

Diciembre 2005


Luego de todos estos años he encontrado la fuerza y la resistencia para mantenerme en pie en este duro camino, que no es otro que el de la vida. Este camino en la adolescencia tiende a estar plegado de obstaculos, piedras y algun que otro abismo que dificultan la llegada hacia nuestros destinos: En mis comienzos por estos senderos recuerdo haber tropezado varias veces, las que han ocasionado caidas mas de una vez. Hubo que aprender a ver y reconocer los obstaculos para esquivarlos o enfrentarlos y asi no volver a tropezar. Tambien tuve que aprender a descifrar y no dejarme engañar por los carteles para no equivocar el camino; o no confiar en que los atajos son siempre la mejor forma de llegar. Saber controlar las emociones es algo esencial: entender cuando es momento de correr o cuando es momento de parar para descansar y pensar un poco. La dificultad mas grande que recuerdo es aquel abismo. Aquel que cortaba al camino en dos partes. Senti el miedo correr por mis piernas, por lo que tuve que pasar varias noches en sus orillas. El otro lado estaba muy lejos y de intentar saltar corria el riesgo de caer. Luego de varios dias de reflexion senti que no podia quedarme ahi para siempre pero que tampoco podia volver atras, entonces decidi saltar. Caí, entonces el temor volvio a hacerce presente. En el fondo oscuro y silencioso los dias de reflexion se agudizaron, por lo que decidi saltar nuevamente. Volvi a caer, pero esta vez me levante, salte y cai las veces que fueron necesarias para llegar hasta el otro lado. Las primeras heridas siempre son las que mas duelen pero luego fueron las caidas las que me dieron fuerzas para soportar. Ya de retorno en el camino me vi sorprendido al sentir que este se tornaba un poco mas facil de recorrer... Ya no me cansaba con tanta facilidad, mis pies ya no estaban tan cargados. La confianza en mi mismo me hizo sentir que no hay obstaculo que pueda detener mi llegada. Por suerte tengo muchas metas que alcanzar, porque de haber tenido una sola la vida seria un tanto monocorde. Entonces sin darme cuenta encontre ahi el secreto de llegar: ¿en donde? en caer una y otra vez, en aprender a levantarme y perseverar, en cicatrizar o soportar las heridas que son dificiles de sanar, en saltar sin importar la distancia del otro lado, en cerrar los ojos e intentar una y otra vez. Y si llegase a morir en el camino, morire orgulloso, de haber cerrado los ojos para intentarlo una y otra vez.


Achu*

2 comentarios:

Anónimo dijo...

soy la primera en comeeeentar:)
aunq me hiciste sonar toda con la musiiiica, ta bueno ta bueno...
te quiero
beeeelenci

Anónimo dijo...

olas achuuu!!! muy bueno tu blog kerido...!!!! che te deceo lo mejor colgado..!!!BUENA MUSICA!!! q seas muy feliz che!!jaja

bue... me voy suertes!!! yo lau!